Lo ha hecho casi sin llamar la atención, pero los medios de comunicación no han querido dejar pasar la oportunidad. Después de 10 años abanderando el microblogging Twitter ha decidido ampliar la capacidad de las publicaciones de sus usuarios a 280 caracteres, justo el doble de lo que hasta ahora podía utilizar, los famosos 140 caracteres.
Una ampliación progresiva
Como todas las novedades de esta y otras redes sociales, los 280 caracteres partieron de un experimento que pudieron probar unos pocos perfiles hace unas semanas. La prueba debe haber sido satisfactoria en muy poco tiempo, porque se ha extendido su uso a todos los usuarios.
Con la intención de no generar polémica ni crisis digital mediante trending topics que habrían dinamitado esta nueva resolución de la red social, Twitter ha ampliado este límite sin armar demasiado ruido, al menos por voluntad propia.
Como era lógico, los usuarios sí han querido dejar constancia de su opinión sobre este importantísimo cambio, con un sentimiento generalizado negativo, aunque pronto se ha calmado la situación.
La adaptación lógica a los 280 caracteres
Muchos usuarios han tenido que aprender en apenas cuestión de minutos o de horas lo que implica poder utilizar 280 caracteres. Mientras los 140 exige una creatividad de síntesis que daba personalidad a la propia red social de Twitter, el doble de espacio no exige tanto esfuerzo y permite mensajes más desarrollados.
Esto genera que muchos de los primeros mensajes hayan sido forzados para conseguir llegar a los 280 caracteres. Sin embargo, con el paso de las horas desde la implantación del cambio, los usuarios se han dado cuenta de su verdadera utilidad.
Contar con 280 caracteres no implica tener que utilizarlos todos, como sí sucedía muchas veces con los 140. En realidad, sirve simplemente para expresarse como el usuario desee, ya sea con una larga reflexión o bien con una que mantiene la síntesis anterior utilizando si hace falta menos de 140 caracteres.
La red social ha optado por identificar el espacio disponible de momento con un círculo que va completándose con una línea de color, hasta llegar al máximo permitido. Cuando quedan pocos caracteres es cuando un número aparece para identificar exactamente el espacio que le resta al usuario para poder utilizar.
Con el tiempo veremos si la estrategia de Twitter ha sido acertada y motivará un mayor uso de la red social, atrayendo también a más usuarios o bien habrá sido uno de sus últimos cartuchos quemados para sobrevivir ante el avance de la competencia.
