Twitch es el líder mundial de las plataformas de streaming. Como tal, tiene que lidiar con innumerables problemas, con el fin de conseguir el mágico equilibrio entre un servicio digital que satisfaga a creadores de contenido y consumidores del mismo, sin salirse de la legalidad vigente.
A pesar de sus esfuerzos, hay un tema que cada vez está amenazando más su viabilidad económica, así como el uso y disfrute que millones de usuarios hacen de ella, el copyright musical.
Queja formal de las discográficas
En relación a este tema, Twitch ha recibido recientemente una queja formal de las principales discográficas de Estados Unidos.
En esta carta, dirigida directamente al CEO de Amazon (empresa propietaria de Twitch), Jeff Bezos y en copia al director general de Twitch, Emmet Shear, se le acusa directamente a la plataforma, de que no cuenta con las licencias apropiadas para su herramienta de banda sonora, lanzada hace apenas unas semanas.
Soundtrack de Twitch
La herramienta a la que hacen referencia se llama Soundtrack y fue desarrollada por la plataforma, para que los streamers tuvieran a su alcance una metodología con la que acompañar de música sus creaciones audiovisuales o retransmisiones grabadas.
En teoría la herramienta contaba con música bajo licencia y con una biblioteca con millones de canciones, por lo que los usuarios estaban encantados con esta nueva funcionalidad que, además, legitimaba el audio que ponían en sus creaciones.
Sin embargo, la queja formal de las discográficas, pese a que no ha llegado vía jurídica, lo cierto es que pone en entredicho la viabilidad del sistema y, de nuevo, pone en jaque a Twitch con respecto al tema de la música en la plataforma.
Hace unos meses, la empresa tuvo que enviar strikes de advertencia a muchos de sus usuarios, así como penalizar cuentas con la sanción máxima, que no es otra que la eliminación definitiva del canal y la imposibilidad de volver a abrir uno nuevo en el futuro.
El motivo radicaba en las denuncias por copyright relacionadas con la música que utilizan los streamers, algo similar a lo que hace años sucedió en la plataforma rival de YouTube.
Ahora es Twitch la que tiene que lidiar con este problema, que se ha agravado tras el confinamiento. Con una mayor cantidad de horas en casa, la actividad en la plataforma se ha disparado y la popularidad de sus servicios, como también de sus influencers, están en el punto de mira.