A lo largo de las dos entradas anteriores de este blog hemos tratado la importancia de potenciar de forma eficaz nuestra presencia en la Web 2.0, así como los aspectos esenciales para el desarrollo de nuestra visibilidad en las redes sociales.
Pero toda esta información podría considerarse incompleta si no se ofrece un repaso de aquellos aspectos que puedan arrojar luz en relación a una adecuada definición del proceso de creación y dinamización de nuestra red personal.
Como es lógico, una vez definido nuestro perfil online, habrá que trabajar en la creación y dinamización de una red de contactos, con el principal objetivo de darnos a conocer. Para ello, es muy conveniente comenzar con nuestro círculo cercano de actuación, pasando posteriormente a la identificación de aquellos perfiles claves con los que deberemos establecer una estrategia adecuada y profesional de contacto, lo que implicará hacerlo de forma indirecta, utilizando preferiblemente grupos temáticos, como los existentes en Linkedin, o mediante un blog.
A través de esta estrategia conseguiremos crear, como se comentó anteriormente una imagen de experiencia profesional que contribuya a que nuestro público objetivo contacte de manera natural con nosotros.
Un elemento fundamental en este sentido estriba en la interactuación habitual y continuada con nuestra red de contactos, ya sea compartiendo información actualizada encontrada en internet, mediante la transmisión de un informe o estudio que pueda ser de interés, consejos prácticos o la difusión creíble de la opinión ofrecida por aquellas personas satisfechas anteriormente con nuestro trabajo.
En este punto, es de gran importancia que este proceso de contacto se realice de una forma indirecta, evitando que se observe por parte de nuestros interlocutores un enfoque claramente dirigido a la venta de nuestros productos y/o servicios.
Esperamos que estas tres entradas hayan servido para esclarecer un poco más como se puede llevar a cabo una estrategia de prospección comercial a través de las redes sociales. Ahora solo queda que no pierdas un minuto y te pongas manos a la obra para aprovechar las potencialidades que la Web 2.0 te ofrece en este sentido. Te garantizamos que no te arrepentirás.