Noche de sofá y Netflix. Es uno de los varios eslóganes que la compañía líder de streaming de series y películas a nivel mundial promociona a sus suscriptores.
La noche del 11 al 12 de junio, sus millones de usuarios, como hacen todos los días, se sentaron o tumbaron en el sofá para disfrutar de sus series y películas favoritas, pero la plataforma no reproducía el episodio. A veces pasa.
Reinicio de Netflix, reinicio del router, apagado y encendido de la televisión, configuración de la cuenta… Ninguno de los trucos habituales funcionaba. Los más técnicos buscaban el código de error mostrado por si podían identificar el problema y, al menos, saber hacia quién dirigir su mal humor creciente. Pero incluso la página de ayuda de Netflix no funcionaba y eso ya no era tan normal.
La reacción de Twitter fue inmediata
La gran mayoría de esos millones de usuarios, visitó al instante Netflix y realizó búsquedas similares, para comprobar en un instante que la plataforma de streaming se había caído, nada menos que a nivel mundial.
Las dos zonas más afectadas eran todo el continente americano y Europa, sin embargo, no fue un trending topic fatalista porque coincidió con la hora punta europea mientras en América eran las horas de menor actividad.
Gracias a ello, desde Netflix tuvieron tiempo de reaccionar para en aproximadamente 2-3 horas, según la zona geográfica, volver a restablecer la conexión. En Europa y América Latina muchos usuarios redirigieron su actividad hacia Twitter o decidieron adelantar sus horas de sueño. Los más atrevidos intentaron disfrutar de una experiencia similar a Netflix con la televisión tradicional, reafirmando su dependencia en el streaming de contenidos de calidad.
Al poco rato, Netflix también participaba en Twitter. Lo ha hecho con humor, mediante representación de escenas en cada uno de sus perfiles geográficos. En España, por ejemplo, informaron de que previamente habían dejado esa noche al mando a Paquita Salas, esperando que todo estuviera controlado.
Consecuencias de la caída de Netflix
El hecho de que Netflix fallase en la hora punta solo confirma que cualquier entorno digital tiene margen de error. La reacción de la plataforma fue rápida, pero no lo suficiente para que la alarma mundial no se disparara y eso que no era la hora punta de su mayor público, el estadounidense.
También es relevante que Twitter, pese a los síntomas de declive de 2017, sigue siendo vital para una información de última hora en tiempo real. Los medios de comunicación tardaron entre 1 y 2 horas en reportar el problema, algo impensable hace 20 años, pero sigue siendo una eternidad, comparado con lo que la red social es capaz de ofrecer.
