El pasado 13 de enero Twitter motivó uno de los episodios de desinformación más graves, aunque aparentemente sin consecuencias, de toda su historia.
Falsa alarma de misil
Todo sucedió en el entorno de Hawái. A las 8:08 horas (horario local), un tuit desde el perfil de la Agencia de Emergencias informaba de que un misil balístico se dirigía hacia la zona de Hawái.
Como es lógico, cundió la alarma. El mensaje en Twitter se hizo por desgracia viral, pero sin ningún tipo de expectación. Los usuarios esperaban que se tratase de un error o una broma poco acertada, que iba a desmentirse de forma inmediata.
El desmentido llegó, pero no fue tan inmediato como se esperaba. En realidad el gobernador de la isla de Hawái, David Ige, tardó 17 minutos desde su perfil en Twitter en informar de que se trataba de una falsa alarma.
¿Por qué tardó tanto un desmentido de este calibre en Twitter?
Unos días después, Ige reconoció lo que había producido el retraso en ofrecer este desmentido. Algo tan simple como que no podía acceder a su cuenta.
Según el gobernador, él no conocía su contraseña y datos de inicio de sesión, por lo que en el momento de realizar dicho desmentido, no pudo acceder a su perfil y publicar de forma inmediata el mensaje, así que tuvieron que modificar esta situación (no se ha confirmado si cambiando la contraseña por otra nueva o buscando la original), de forma que tardaron 17 minutos en solucionar una crisis digital sin precedentes en la isla.
El gobernador ha asegurado que esta situación ha cambiado y que, desde entonces, conoce perfectamente sus datos de acceso por si tiene que realizar cualquier acción con urgencia.
Origen del tuit falso
En todo caso, todavía quedaba algo por aclarar. ¿De dónde venía este tuit tan alarmista? La primera versión oficial responsabilizaba a un funcionario de la Agencia de Emergencia de Hawái, que supuestamente había apretado un botón equivocado.
Según esta versión, la institución tendría programados mensajes de este tipo para poder enviarlos con un solo clic, para informar lo antes posible a la sociedad de Hawái de cualquier peligro inminente.
Sin embargo, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), ha establecido en sus conclusiones finales que el error del funcionario no es la versión acertada. En realidad el error derivó de un supervisor, que se equivocó al indicar que el mensaje era un simulacro y dijo exactamente lo contrario, por lo que el funcionario realmente creía que el misil estaba llegando a Hawái, por lo que lo publicó con la firme convicción de que la isla corría peligro.