En 2013 Telegram apareció como un sistema de mensajería instantánea creado por los hermanos rusos Dúrov. Pero el hecho de haber nacido en tierras rusas no ha provocado precisamente un mejor entendimiento entre la propia aplicación y los responsables de la red social.
De hecho, el propio Pável Dúrov se ha autoexiliado de Rusia, argumentando la incompatibilidad de que un negocio en Internet pueda prosperar en la actual situación del país, con las restricciones de las autoridades administrativas.
Una de las últimas noticias al respecto confirmaría esta situación, dado que el regulador ruso de telecomunicaciones ha solicitado formalmente el bloqueo de la app en todo el territorio de Rusia. Ha desencadenado esta última petición la solicitud del Sistema de Seguridad Federal (FSB), que requería acceso a los datos encriptados de los usuarios.
¿Es imposible para Telegram cumplir la petición?
Telegram no se ha negado a ofrecer este servicio, pese a que supondría el total acceso a las comunicaciones de sus usuarios.
Sin embargo, argumenta que no puede ofrecer esa información, porque les es prácticamente imposible. Ni ellos tienen acceso a todas las comunicaciones de sus usuarios, debido a la complejidad del sistema de encriptación implantado.
Sin embargo, no se lo han tomado bien desde las autoridades rusas. Por tanto, solicitan que esta app no pueda utilizarse por sus usuarios, aunque ellos también tienen sus argumentos, pues se escudan en una estrategia antiterrorista.
Un conflicto que viene de lejos
El poco entendimiento entre las autoridades rusas y Telegram no es nuevo. En octubre 2017 ya protagonizaron un enfrentamiento público, cuando se le pidió una colaboración similar. En aquél momento la aplicación de mensajería instantánea se negó y fue sancionada con 18.000 euros de multa.
Previamente, también se había requerido datos de los usuarios, argumentando motivos antiterroristas y, tras un breve periodo de negación por Telegram, al final la app sí que cedió los datos.
Sin embargo, no parece que la relación vaya a arreglarse a un corto plazo, hasta el punto de que ambos extremos consigan un entendimiento mutuo. Esta vez el bloqueo podría hacerse efectivo y Telegram tendría que decir adiós al país que le vio nacer.
En la actualidad Telegram disfruta de 200 millones de usuarios y, aunque está bastante lejos de sus cifras, se le considera un rival directo de Facebook y de WhatsApp, gracias precisamente a la seguridad y privacidad de sus datos.