Las noticias venden. No importa si son verdaderas o falsas, ya que cuando son llamativas (a veces la realidad supera la ficción), consiguen el clic, la visita y el beneficio social y económico. El problema reside, obviamente, en el factor de veracidad.
Una noticia falsa no supone ningún beneficio para nadie, salvo para quien la publica. Los afectados no consiguen una imagen publicitaria más adecuada para conseguir mejores contratos. Los lectores tampoco obtienen una mejor experiencia, pues tras conocer la inverosimilitud de la noticia, como mínimo, sienten haber perdido el tiempo. Es más, el entorno digital donde se promociona, como por ejemplo Facebook, pierde usabilidad, experiencia del usuario, visitas, número de usuarios y, en definitiva, rentabilidad.
Facebook contra las noticias falsas
Todas estas argumentaciones (junto a muchas otras más económicas y éticas) asientan la base sobre la que la red social más utilizada del mundo justifica su reciente campaña contra noticias falsas, anunciada hace meses tras rumores políticos en diversos países del mundo que recayeron en bulos sin fundamento.
Para conseguir una máxima efectividad, la empresa dirigida por Marzk Zuckerberg ha optado por solicitar la vinculación empresarial con la organización sin ánimo de lucro de First Draft. Junto con ella ha conseguido formular una serie de normas de buenas prácticas, con las que ha intentado concienciar paulatinamente a sus usuarios, que en todo el mundo llegan a ser solo a través de Facebook Messenger 1.300 millones.
Recientemente la medida fue aplicada en España, donde todos los millones de habitantes y también usuarios de la red social recibían diferentes consejos para identificar a las noticias falsas y cómo actuar con respecto a ellos.
Las noticias falsas y el efecto sobre los medios de comunicación
Facebook explica que las noticias falsas son rentables, pero poco útiles. La rentabilidad es fácil de identificar, por lo que muchas empresas se apuntan a la tendencia, provocando no solo una mala experiencia entre los usuarios, sino también tensiones sociales que en ocasiones han desencadenado reacciones muy realistas y verídicas.
Por esa razón, se combate tanto las noticias falsas. Sin embargo, hay un peligro potencial, que es al que se someten los medios de comunicación actualmente. Muchos de ellos tienen a profesionales acostumbrados a dar la razón a Wikipedia y a cualquier entorno digital con respecto a la veracidad de los datos mostrados.
Por descontado, esta práctica está alejada de la profesionalidad en el periodismo y la comunicación digital. Por tanto, en Facebook promueven la modificación de esta práctica para conseguir que sean tanto los usuarios como los profesionales los que motiven la construcción de noticias verídicas y con base informativa real.