Era una muerte anunciada por los usuarios (o la ausencia de ellos). Luego fue el anuncio oficial (por parte de Google) de una muerte lógica. Finalmente, han muerto.
Google ejecutó la eliminación definitiva de algunos de sus proyectos con mayores expectativas, que han terminado en un rotundo fracaso.
Buena parte de ellos estaban relacionados con las redes sociales y los sistemas de mensajería instantánea. Pero no solo no han llegado a equipararse a Facebook o a WhatsApp, sino que ni siquiera han tenido una presencia destacada en ninguno de los sectores a los que se dirigían.
Hablamos de algunos de los desarrollos de Google, como Google+, Allo o Inbox.
Cierre definitivo de Google+
Uno de los cierres más esperado era el de Google+. La mal llamada red social de Google no consiguió el efecto que se buscaba, incluso a pesar de activarse automáticamente para todos los usuarios de Gmail, servicio que hoy por hoy sigue ganando suscriptores.
La falta de uso y de usuarios, motivaba progresivamente un olvido en los desarrollos vinculados con la plataforma. Al final, se decidió dejar de invertir en ella y que siguiera su propia evolución… hacia una muerte lógica.
Desde el 2 de abril el servicio no está disponible, pero desde el pasado 4 de febrero ya no era posible crear nuevos perfiles.
A partir de ahora, Google ha informado de que eliminará el contenido subido o creado por los usuarios y que tendrán, como máximo, un plazo de dos meses para guardarse una copia de seguridad. Si es que alguien quiere hacerlo.
Inbox y Allo también son enterrados de forma oficial
Otros dos desarrollos de Google que se suman a este cierre global son los relativos a las plataformas de Inbox y Allo. Curiosamente, no eran tan utilizados como Google+, pero en realidad su atractivo funcional parecía bastante interesante.
Inbox consistía en una aplicación con la que se podía realizar una completa gestión de nuestro correo electrónico.
Su función parecía esconder grandes posibilidades, pero tanto el desarrollo de los smartphones como de las mismas apps de correo electrónico, han impedido su consolidación.
Por su parte, Allo quería rivalizar directamente con WhatsApp. No lo consiguió. Se presentó en 2016 y la mayoría considera que fue demasiado tarde.
Tanto WhatsApp como la plataforma Messenger de Facebook, estaban ya entonces asentados en todo el mundo, de tal manera que Allo no consiguió atraer a sus usuarios. Nunca supuso competencia real.