El pasado martes se celebraron elecciones de nuevo en Estados Unidos. Se celebran a mitad de cada mandato para confirmar o modificar el Congreso, una especie de prueba electoral sobre el trabajo realizado estos años.
Cuentas de Twitter promovían la abstención
Durante el mes de septiembre y octubre, la red social ha confirmado que ha tenido que borrar miles de cuentas que, en apariencia promovidas por el Comité Demócrata de Campañas Demócratas (DCCC por sus siglas en inglés), incentivaban a los votantes a decantarse por la abstención.
El DCCC fue quien identificó esta pauta de mensajes y notificó directamente a Twitter lo sucedido. Los responsables de la red social actuaron lo más rápido posible, identificando las cuentas de origen de estos mensajes y borrándolas de inmediato, algo que afectó a más de 10.000 perfiles.
Twitter y su relación con partidos estadounidenses
Tras lo acontecido en el año 2016, donde se considera que un entramado de perfiles falsos originarios de Rusia influyó en las elecciones presidenciales, Twitter mantiene una relación directa con partidos y organizaciones relacionadas.
El motivo es que de esta manera existe un canal de comunicación entre todos los responsables, con el que poder identificar cualquier posible campaña de desinformación. Encima de la mesa se plantea la voluntad de querer que las elecciones sean lo más limpias posibles, sin que campañas de este tipo influyan erróneamente en las decisiones del electorado.
En este caso concreto, se ha buscado el origen de estos mensajes y de momento se descarta que, como sucedió en 2016, venga del extranjero. Se trata por tanto de una campaña promovida desde Estados Unidos, aunque el origen de estas cuentas es completamente desconocido por el momento.
Twitter y su persecución contra la desinformación
Twitter da un nuevo paso con esta nueva acción, en su persecución contra la desinformación. Hasta ahora, la red social afirma haber borrado decenas de millones de cuentas, relacionadas con la programación de mensajes automáticos, como ha sucedido en este último caso.
La capacidad de estas cuentas, le permite a cada una de ellas, publicar millones y millones de tuits a diario, por lo que el poder de influencia que tienen es muy alto.
Pese a todo, parece que es más difícil de lo que pensaban encontrar su origen o identificar cuáles son realmente las más problemáticas. Por ejemplo, parece que una gran mayoría de las que ocasionaron el problema de 2016 en las elecciones, siguen activas, pese al intento, persecución y borrado masivo que Twitter mantiene desde hace meses.
