Kevin Systrom y Mike Krieger han comunicado que abandonan la compañía que fundaron hace 8 años. El objetivo que tienen es volver a incentivar su creatividad y espíritu de creación. La noticia no tendría demasiada trascendencia, si no fuera porque son los fundadores de Instagram, la red social de mayor crecimiento en la actualidad.
La red social más cara de Facebook
En el año 2010, Systrom y Kireger se sumaron a las muchas compañías que intentaban despuntar en el mercado de las redes sociales. La diferencia es que ellos lo lograron. Instagram cautivó rápidamente a millones de usuarios y en muy poco tiempo recibieron la oferta de muchas empresas interesadas en adquirirla.
Una de estas compañías fue Facebook, quien en 2012 les ofreció 1.000 millones de euros y, como es lógico, aceptaron el cheque.
Systrom y Kireger se mantuvieron trabajando tras la adquisición de Facebook. Su visión única de Instagram, les permitía hacer evolucionar a la plataforma con una originalidad que le hacía despuntar frente al resto de la competencia.
La inversión dio sus frutos y actualmente la empresa ha multiplicado por 100 su valor. Gran parte de ello se ha debido a su poder de atracción. Si bien al principio llegó a los 30 millones de usuarios, hoy en día tiene 1.000 millones.
El futuro de Kevin Systrom y Mike Krieger
Kevin Systrom y Mike Krieger han agradecido su periodo como empresarios y fundadores de Instagram, pero anuncian que abandonan la compañía. No obstante, no van a dedicarse exclusivamente a disfrutar de una vida de lujo con los beneficios obtenidos, sino que “amenazan” con un regreso.
Sin embargo, los dos profesionales parecen mantener su deseo de continuar juntos en nuevas aventuras empresariales. Según indican, van a volver hacia atrás para buscar una nueva evolución. Conocer de primera mano los intereses de la sociedad actual, para intentar volver (otra vez) a satisfacerlos.
En principio se desconoce si el futuro de Kevin Systrom y Mike Krieger pasa de nuevo por las redes sociales. Lo que sí han indicado es que quieren volver a hacer uso de su creatividad y de su curiosidad, para volver a convertirse en “creadores”.
Las empresas tecnológicas se frotan las manos al mismo tiempo que se temen lo peor. Systrom y Kireger representan la posible creación de una nueva plataforma con la que llegar a millones de usuarios de todo el mundo, puede que incluso con más rentabilidad que Instagram.
Pero los sectores en los que se enmarque este nuevo desarrollo profesional, temen que su original propuesta termine por afectarles económicamente, al no poder competir con ella.